martes, 2 de agosto de 2011

Entrevista: Entendiendo el sistema de Manuel Lezaeta

Antonio Arredondo y Claudette Duchesne



Antonio Arredondo Cuadra no es escritor, locutor ni médico. Es solo un hombre de 66 años, quien comparte amistad con Claudette Duchesne claudetteduchesne.cl y tiene una vasta experiencia  de 47 años en salud natural y, más precisamente, en los métodos de Manuel Lezaeta.

En términos generales, un ser humano nace sano y, a medida que pasan los años, se va perdiendo la salud por los hábitos de vida, el medio, la alimentación, etc. Bueno, Antonio no tuvo la suerte de nacer sano y a los cinco años le detectaron varios tumores, algunos que podían ser extirpados y otros no. Pero en general, para los doctores del hospital Calvo Mackenna, sus proyecciones de vida eran muy precarias. Durante toda su infancia vivió variadas enfermedades como trastornos digestivos, sistema nervioso alterado, insomnio, problemas gástricos, sangramiento de narices continuos, etc., etc..

Durante la adolescencia siguió padeciendo los mismos trastornos y, a esas alturas, ya contaba con médico de cabecera. A los 19 años, Antonio conoció el sistema de medicina natural de Manuel Lezaeta. Su padre tenía una librería y un día llevó el libro a casa. “Lo estudié por la inmensa necesidad de salud y lo encontré muy evidente, claro y fácil de entender”, relata. Nunca le habían hablado de salud de esa forma, por lo tanto, lo único que restaba era poner en práctica lo que había descubierto. De esta forma, comenzó a hacerse los tratamientos. Al principio, los hacía mal, duplicaba los tiempos en hacerlos, creyendo que de esa manera acortaría el proceso de recuperación. De todas maneras, al comenzar con estas técnicas fue experimentando enormes beneficios para su cuerpo.
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Posteriormente, se enteró de que el autor de ese manual tenía una clínica. Ahí llegó y aprendió bien el método. Antonio estaba consciente de que existía una crisis curativa, por lo tanto había que ser valiente para tomar la decisión de internarse. Efectivamente así fue. Lo tenían en observación constante porque comenzaron a aflorar cuadros adicionales a los que habitualmente tenía. Estuvo un tiempo decaído, con malestares diversos, pero siempre a la espera de que fuera momentáneo mientras erradicaba la suma de problemas que había tenido durante la vida.

Durante la crisis curativa, ¿qué fue lo más insoportable?
Colitis, síntomas de una sinusitis aguda, botar y botar materia por la nariz, cuadro febril de resfrío, eso,  pero multiplicado por mil.

En esos momentos ¿usted seguía convencido que estaba en lo correcto al someterse a esa terapia?
Claro, pero don Manuel me decía “léase el manual, ahí está todo”. Y claro, en el manual está todo tan claro que las dudas o consultas sólo confirmaban lo que decía el libro. Entonces, seguí adelante, superé todas esas crisis y de pronto logré sentir lo que nunca había sentido. Es distinto cuando una persona nace bien, se enferma, se recupera y vuelve a su estado natural. Para mí fue todo un logro poder subir un cerro por primera vez. En ese momento le agradecí a Dios, porque nunca me había sentido así. Ya van 47 años manejando mi precaria salud con este sistema. Hoy  día puedo hacer una clase de tenis, o subir un cerro en bicicleta, o trabajar firme con gente bastante menor que yo.

¿Cómo explicaría usted, de forma sencilla, el sistema de Manuel Lezaeta?
Yo lo resumo así. Para lograr un equilibrio en la salud debemos normalizar cuatro funciones que, generalmente, todos las tenemos alteradas en algún grado. La primera de estas funciones es la digestión (la cual debe ser abundante, no fétida, color bronceado, compacta y  cilíndrica), para eso existen los baños genitales; alimentación a base de frutas, plantas y semillas; masticar muy bien los alimentos, porque la primera digestión se produce en la boca; y todo lo que implica lograr una digestión óptima. Con sólo optimizar la digestión, la persona experimenta cambios.

La segunda función es la piel. Se dice que cualquier órgano de nuestro cuerpo, si uno lo hace trabajar más allá de lo normal, es contraproducente, pero la piel no. Hacer trabajar la piel es positivo. Así como la piel sirve para eliminar toxinas a través de la transpiración (cuando uno hace ejercicio o a través de métodos artificiales como los baños de vapor o de sol), también sirve para asimilar todos los elementos vitales (aire, agua, tierra y sol) y las energías magnéticas que hay en el medio, lo que hace que una persona se rejuvenezca y revitalice. Por eso es que este sistema pregona que la piel debería estar, ojala, lo más en contacto con el medio ambiente.

La tercera función serían los riñones. Éstos se van a activar mucho mejor en la medida que la persona coma más frugal y la orina sea más frecuente.

Los pulmones son la cuarta función. Su mejora radica en una toma de conciencia. La realidad de la gente en las grandes ciudades es que deben trabajar en lugares que no tienen luz natural, aire o ventilación adecuada. Por lo tanto, deben aprovechar cada instancia. Un fin de semana, en vez de irse a un centro comercial, las familias deberían ir a un parque a pasear. La experiencia es muy distinta, porque se oxigenarán mucho más, estarán en un medio que es más recreativo para los niños y todos se sentirán mucho mejor.

¿Cómo se normalizan estas cuatro funciones?
Para normalizar estas cuatro funciones hay que aplicar correctamente los agentes vitales: sol, aire, agua y tierra. El sol, aplicado correctamente, es como hablar de una batería descargada versus una cargada. Ese efecto en el cuerpo se logra aplicando correctamente los baños de sol y  la luz en el cuerpo.

Hay mucha gente que dice que no hay que tomar sol por el cáncer a la piel. Existe mucha confusión al respecto.
Claro, y tienen razón. Con el sol hay que tener ciertas precauciones y aplicarlo correctamente. Por ejemplo, el baño de sol que se habla en el sistema de Lezaeta es con el cuerpo cubierto. En verano, en un lugar privado, la persona con el cuerpo desnudo (protegido con una sábana o frazada) y la cabeza a la sombra, se acuesta al sol de mediodía y éste recae sobre esta protección. Entonces se produce una cámara entre la protección y la piel y, al cabo de dos minutos, el cuerpo ya se siente mojado debido al sudor. Ese es el momento propicio para que la persona salga, se levante y se pase una toalla húmeda siguiendo el recorrido que especifica el manual. Como es baño de sol, se repite el proceso entre 5 y 6 veces. Lo bueno de esto no es tanto el sol o el agua, sino la reacción que tiene el cuerpo. 

Otro agente vital es la tierra. La tierra tiene un sinnúmero de propiedades que, de cualquier forma como la apliques, calma dolores, desinflama, extrae, traspasa todas sus energías, cicatriza, etc. Cuando las personas se aplican las cataplasmas de barro, al poco rato éste sale caliente. Y cuando uno duerme con el barro en el vientre u otro órgano inflamado, al otro día sale transformado en piedra. 

¿Para qué sirve el agua?
El agua tiene múltiples propiedades. Desintoxica, ayuda a limpiar el interior y el exterior del cuerpo.

¿El agua de mar es beneficiosa en cuanto a los minerales que se pueda absorber a través de la piel?
Yo recuerdo cuando salía a correr por la orilla de la playa y quedaba extenuado. Me daba un baño de mar y quedaba 0 km otra vez. Cualquier fuente de agua natural (cascada, río, etc) tiene múltiples propiedades. Incluso la atmósfera que rodea estos lugares rejuvenece a la gente. Por ejemplo, si una persona está todo el día en contacto con el sol, pero no se baña en el mar o lago, la reacción es otra, empieza a sentir escalofríos y se siente lánguido. Por el contrario, estar entrando  y saliendo del agua constantemente es muy beneficioso y revitalizante.

Y el último agente vital es el aire. El simple hecho de respirar aire puro renueva a la persona. El aire es el primer alimento del ser humano y tiene muchos beneficios cuando se aprende a respirar. La gente que hace yoga, por ejemplo, practica mucho la respiración. Una sesión de respiración antes de acostarse ayuda a dormir mejor. O al despertar, con la ventana abierta.

Finalmente la alimentación. Los únicos alimentos que tienen todos los agentes vitales que nombramos en el mayor potencial son: plantas, frutas y semillas. Por lo tanto, al aplicar correctamente los agentes vitales, sumado a una alimentación en base a frutas, plantas y semillas, se logra el objetivo de normalizar las cuatro funciones que son: digestión, piel, riñones y pulmones.

¿Cuál es su motivación ahora que es un hombre sano gracias al método de Lezaeta?
Lo que me motiva es compartir mi experiencia y enseñar este método en forma simple. Si yo, siendo una persona normal, que nació con algunas enfermedades, pude entenderlo, ¿por qué otras personas no podrían hacer lo mismo?


Entrevista Paulina Pizarro Osses, Diario Guardián de la Salud Edición Nº 88 Agosto 2011 http://www.guardiansalud.cl/ 

3 comentarios:

  1. ¿Existe alguna clínica o alguien en España que practique el método Lezaeta? Necesito cura.

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  2. existe alguna clinica q aplique el metodo del doctor lezaeta acharan?

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  3. existe alguna clinica q aplique el metodo del doctor lezaeta acharan en el peru?

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